El rebeco salta peñas es el nombre de esta cabaña. Dedicada a un animal muy presente en los alrededores de Maraña. Todas las peñas que nos rodean están pobladas de manadas de rebecos. Podemos decir que tanto familias enteras, como elementos aislados son muy fáciles de ver cualquier día del año.

El rebeco es generoso pero huidizo, te observa desde lo alto, en las crestas. No te pierde de vista, y si te acercas demasiado se escabulle ligero saltando de piedra en piedra, por laderas empinadas y crestas verticales.



La cabaña del rebeco tiene la carpintería de color rosa y al igual que las demás está perfectamente orientada al Sur. Por levante vemos las laderas del Pedregal, cubiertas de retamas y prados que son punto de encuentro del ganado, antes de entrar en el pueblo.
A poniente está la Peña Hoguera, callada y desafiante con sus paredones vírgenes de vías de escalada y una cima redondeada desde la cual, podemos ver las siluetas del rebeco observando el valle, indiferente a nuestra presencia.



Una cabaña con una pequeña diferencia respecto a las demás. Tiene las puertas interiores correderas, más abiertas. El baño tiene otra disposición, con agarres para facilitar los movimientos y el paso a personas con movilidad reducida.




Mirando al Sur, al Mampodre.


Vista exterior de la cabaña.

Entrada a la cabaña, cubierta de cristal y útil para quitarse la ropa mojada antes de entrar.


Caminos y parking de las cabañas

Entrada de la cabaña.

Vista de la cocina y salón-comedor.

Salón-comedor con chimenea (salamandra). 

El salón-comedor con las mejores vistas al Macizo del Mampodre.


Cocina totalmente equipada.

El cuarto de baño es completo, con una amplia ducha.
Habitación de matrimonio 180x200cm, convertible en dos camas individuales.


El armario de la habitación. 


Las cabañas miran al sur, al Macizo del Mampodre, recibiendo el sol todo el día.